MI SUEÑO ES TENER UNAS PANAMÁ
Que todos soñamos es algo que la ciencia se ha encargado de demostrar en numerosas ocasiones, sin embargo, que soñamos con los ojos abiertos es una certeza que por algún motivo nos cuesta admitir que hacemos.
Soñamos con la lotería y la solución a todos los que creemos nuestros problemas, con un trabajo mejor, con la pareja ideal que va a cumplir nuestras expectativas, soñamos por nosotros y por los seres a los que más queremos, soñamos con la caída de nuestros archienemigos...
¿Pero cómo sabemos que un sueño es nuestro? ¿Cómo lo distinguimos del que es sólo por el bien común de nuestra familia o nuestra comunidad?
Reconocer que el niño que nunca deberíamos perder está desaparecido es duro hasta para el más pintado.
¿En qué momento de nuestra existencia elegimos seguir las normas de una sociedad adulta y convertirmos la vida en tristeza y/o monotonía?
Nos dejamos guiar por lo establecido, por lo que es políticamente correcto, por unos paradigmas que ni siquiera entendemos por qué nos importan, pero sobre todo por lo que nos han inculcado que se espera de nosotros. Intentar no defraudar a aquellos que viven sus sueños a través nuestro se ha convertido en algo demasiado cotidiano, demasiado normal, es en muchos casos una carga demasiado pesada de soportar.
Devolvamos pues a quién corresponda, madres, padres, abuelos y demás fauna familiar los sueños que no son nuestros. Seamos quienes realmente queremos ser. Puede llevar un tiempo pero es posible, Roma no se hizo en un día y puede que aquello que deseamos nos cueste el sacrificio de vaciar la mochila aunque nos duela.
Cuando la decisión es nuestra, el dolor tiene fecha de caducidad, no llega a convertirse en el sufrimiento que nos hemos acostumbrado a sentir.
Yo siempre quise tener unas panamá, me recuerdan ese espíritu aventurero y de curiosidad que tuve durante muchos años. El aire fresco de la libertasd de vivir sin normas impuestas, sin obligaciones que no me tocan y que sin embargo he dejado que se instalen en mi día a día.
No sé cuando ocurrió, no creo que sea tan importante como el hecho de decidir luchar por todo lo que significa. Pero el universo me quiere, por eso, cada vez que se me olvida que tengo algo pendiente de conseguir, me pone a alguien delante para recordármelo.
Y hoy, decido no esperar a que otro adivine que quiero ayudándome a cumplir mi sueño. Hoy decido libremente sacudirme de encima las telarañas de mi voluntad, y que esta navidad mi reina favorita (o sea, yo) salga a comprar algo tan sencillo pero con tanto valor emocional como son unas botas de exploradora.
Hoy decido no seguir siendo *Segismundo en su celda sin saber por qué lo encarcelaron, hoy decido cambiar la palabra "sueño" por "realidad", porque creo que me lo he ganado, porque me apetece y porque me lo merezco.
*¿Qué es la vida? UN frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños....
"¿Sueños son?
¿Te apetece ser parte del club de los sueños rescatados?
* Personaje y fragmento de "La vida es sueño" de Pedro Calderón de la barca